LA SALUD ES MAS QUE MEDICAMENTOS
Y MEDICOS
Dr. Arcenio Estévez Medina, M. D., N. D., M. H..
Por muchos años el médico fue
visto por los enfermos como un ser especial, poseedor de una sabiduría
incuestionable y casi divina. La palabra
de este profesional, era considerada infalible y sus recomendaciones eran
cumplidas al pie de la letra, pero los tiempos han cambiado. El ejercicio de la medicina ha pasado a ser
un servicio más y ya no importa tanto la parte humana.
Hasta la terminología ha
cambiado, ya no se habla de enfermo ni de paciente, ahora se usa el sustantivo
común de cliente, con el objetivo de dejar bien claro que la relación es
comercial. Por esa razón en muchos centros
privados de salud antes de atender al cliente, exigen que haya alguien que
firme la factura como garantía de que los servicios ofrecidos serán
pagados. Esto, muchas veces, sin
importar la gravedad del caso y numerosas personas han muerto por no haber
quién se responsabilice de pagar los gastos.
El afectado por un problema de
salud ha sido convertido en un expediente o simplemente un número más del
archivo, que representa un ingreso para los que forman parte de la extensa
cadena cuyos eslabones son los fabricantes y distribuidores de fármacos, los
dueños de los medios diagnósticos, los intermediarios y las estadísticas no son
más que los resultados matemáticos de todos los números que conforman el
sistema.
Ha florecido la medicina de las
ultra especialidades, la tecnología de punta, los últimos medicamentos, las más
recientes investigaciones ortomoleculares.
Todo parece muy bonito, pero muy difícil de ser aprovechado por los
ciudadanos pobres, que constituyen la inmensa mayoría del universo de los
países tercermundistas.
La educación para salud, la
orientación del enfermo y del sano ha sido relegada a un segundo plano porque
mientras menos personas se enferman más riesgo de fracasar tiene el negocio.
Todo esto ha hecho que, en la
mayoría de los casos, el ejercicio de la medicina se haya convertido en un
negocio con pocos escrúpulos, sin que a nadie le preocupe esta situación tan
difícil para la mayoría de los dominicanos.
Hay que pagar por todo, hasta tal punto que salud es sinónimo de dinero
y para que el negocio sea cada vez más próspero
es imprescindible aumentar el número de usuarios. Esta es la razón para que haya una guerra
publicitaria entre los proveedores de servicios de salud saturando los medios
de comunicación.
El sistema es muy bueno. Lo único
malo es el comercio que se ha hecho de la medicina, el tráfico insensible del
dolor humano y sobre todo, la exclusión a que son sometidas muchas personas
merecedoras de una mejor suerte.
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