MUERTES PRODUCIDAS EN ESTADOS
UNIDOS POR EL USO DE MEDICAMENTOS PARA EL DOLOR.
Dr.
Arcenio Estévez Medina, M. D., N. D. M. H.
Los medicamentos para el dolor
matan mas personas al año en Estados Unidos de Norteamérica que la cocaína,
según informa el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de ese país en
un estudio publicado en octubre del 2011 por la BBC de Londres.
El estudio reporta que además de
los efectos secundarios producidos por estos fármacos, que podrían llevar al
consumidor a la muerte, la sobre dosis en el uso de los analgésicos es una
causa muy importante de fallecimiento en la población estadounidense que afecta
en mayor grado a los residentes en áreas rurales, a los hombres, a los blancos
–por fin dejan descansar a los negros- y a los indígenas.
Cada año mueren más de 15 mil
personas en Estados Unidos de Norteamérica, sólo por sobre dosis de estos
medicamentos y las empresas aseguradoras de salud gastan US$72,500 millones
–hace menos de tres décadas esta cifra apenas llegaba a los mil millones- en
compras de los mismos. Sin embargo, esto,
lejos de producir un descenso significativo de los fallecimientos, los ha
aumentado.
Lo más lamentable de todo es que
el porcentaje más alto de los casos de muerte por el consumo de estos fármacos,
lo utilizó con una receta médica. Por
esta razón debemos revisar el papel del facultativo en este problema, que ya ha
adquirido rango de epidemia. En el caso
nuestro, de la República Dominicana, muchas personas van a la farmacia y
compran, sin ninguna prescripción médica, el producto y esto no parece
preocuparle a nadie.
El dolor no es una enfermedad, es
un síntoma, un mecanismo protector del cuerpo, si se quiere, que se presenta
como una señal de alarma cuando hay un tejido lesionado para obligar al enfermo
a inmovilizar la parte afectada e ir al médico para que investigue la causa. El medicamento para el dolor es un paliativo
en lo que se busca la solución de la situación.
A pesar de que la Lista de
Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud limita los
analgésicos a cinco fármacos (ácido acetil salicílico –aspirina-, paracetamol,
ibuprofeno, indometacina y alopurinol, éste último para dolor producido por
elevaciones de ácido úrico), el comercio de los fármacos se ha empeñado en
crear miles de medicamentos, muchos son simples mezclas de dos o más, otros son
elaborados con sustancias muy dañinas, como el piroxicam, que sólo la marca
llamada feldene mató 182 personas en Estados Unidos, 102 en Alemania y 77 en
Inglaterra. Sin embargo, lo más probable
es que si alguna vez le ha dado un dolor su médico le recetó ese principio
activo.
Si se quiere calmar el dolor se
debe usar uno de estos fármacos propuestos por la OMS, quien salga de esta
lista está simplemente desautorizado.
Incluso, no es que el empleo de estos productos libere de toda
culpabilidad al que los recomienda. Deben
usarse con criterio, como en el caso del ácido acetil salicílico (aspirina), que
puede prevenir infartos y trombosis; pero también puede causar la muerte por
una hemorragia. Por esta razón no se debe
tomar este medicamento por moda y sin la autorización médica y el seguimiento
del profesional de la salud.
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