AHORA ES
EL COLÁGENO QUE CURA TODO
Dr.
Arcenio Estévez Medina.
De nuevo nos saturan con un producto natural
que promete curar todas las enfermedades habidas y por haber. Ya tuvimos la amarga experiencia del
cartílago de tiburón, la mala madre, la uña de gato, la linaza, la melagenina, la
sábila con el coñac, el anamú, el noni y la moringa. Siempre pasa lo mismo: un grupo de
comerciantes se hace rico y luego el consumidor se da cuenta que lo
estafaron. Ahora es el colágeno lo que
te van a vender en cada esquina.
Como en los casos anteriores invaden a los
medios de comunicación, pagan unos cuantos individuos para que den testimonios
y luego viene la propuesta para que compres el producto que te va a curar todo.
Quiero, como otras veces lo he hecho,
orientar a los consumidores de productos naturales acerca del colágeno que está
muy de moda ahora por los mismos que han venido engañando a los incautos.
Lo primero que debo decir es que el colágeno
no es una maravilla que apareció ahora en el mercado como la medicina salvadora
para todos los males, es un producto que está presente desde que el primer ser
humano apareció en la tierra. No es una
bendición que la trajo el vendedor para resolver tu problema de salud. Es más, el colágeno es la proteína que se encuentra
en mayor proporción los animales. Está
presente en todos los órganos y los tejidos de nuestro cuerpo, llegando a
alcanzar 7 libras de cada cien que pesamos.
Una de cada cinco moléculas de proteínas en nuestro organismo es
colágeno.
Es una proteína fibrosa, insoluble, que se
encuentra en el estado físico de gel, muy difícil de digerir en condiciones
normales y que la necesitamos para la flexibilidad, elasticidad y adhesividad. Por esa razón su pérdida provoca pérdida de
estas cualidades. Entonces cuando se
escasea comienza la piel disminuir su textura.
El cabello, las uñas pierden la elasticidad y debutan los problemas de
las articulaciones, tendones y músculos produciendo dolores.
CONSECUENCIAS
DEL CONSUMO DE COLÁGENO.
Lo primero que debemos saber es que el
colágeno no puede ser utilizado por los seres humanos si no es hidrolizado. En caso de que se apruebe su uso, debe ser
indicado por un médico, no por un vendedor de productos en la calle, en una
tienda, en un salón de belleza o en una esquina. Algo importante es que hay más de 20 tipos de
colágenos en el cuerpo humano y por eso debemos determinar cuál es el que necesita
el enfermo antes de mandarle a tomarlo.
Lo segundo, es que hay enfermedades
producidas por un ataque de los mecanismos defensivos del cuerpo a estructuras
de nuestro organismo y el consumo de este producto puede iniciar la reacción
del sistema inmunológico y desencadenar enfermedades autoinmunes o del colágeno
entre las que están la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico,
artritis psoriásica, dermatomiositis entre otras.
Ante la fiebre por consumir y las necesidades
creadas por los empresarios de este producto vemos que ya en el mercado
nacional hay cremas, jaleas, aceites para lubricar el cuerpo, mascarillas,
shampoo, endurecedor de uñas y pelos. Lo
más atrayente, la mejor carnada para el comerciante es que en México, por
ejemplo, se garantiza ganancia por encima del 80 por ciento a todo aquél que empiece
a vender colágeno. Si se deja convencer,
terminará desacreditado como ha sucedido con muchos otros productos que de
igual manera han prometido curar todo y llegará un momento en que nadie le
comprará y se quedará con su dinero invertido sin ver las prometidas ganancias
y como estamos en un sistema de libre comercio todo se vale y usted no tendrá
base para reclamar.
Se lo dije con la moringa y ya
ve poca gente la vende y casi nadie la compra, ahora le hago la advertencia con
el colágeno. Espero que no le pase
igual.
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