Dr. Arcenio Estévez Medina.
El tabaco, cuyo nombre botánico es Nicotiana tabacum,
es una planta nativa de América del Sur muy usada en el mundo y por mucho
tiempo ha formado parte, junto al alcohol, el mate y el café, de los artículos
empleados para compartir a nivel social.
Los productores han logrado que rompa las barreras de las clases
sociales y vemos cómo, de igual manera, fuman
ricos y pobres. No discrimina, en todos
produce daños importantes a la salud.
Además de fumado el tabaco se consume masticado y para preparar juka.
Pueblos antiguos lo empleaban para ceremonias religiosas y sociales. Los mayas y los taínos utilizaron mucho el
tabaco en diferentes rituales.
Rodrígo de
Jerez, una de las personas que acompañaron a Cristóbal Colón en sus viajes por
América, de regreso llevó tabaco a España y por el hecho de exhalar humo por la
boca, mediante alegatos de la inquisición basados en que nadamás un hombre
poseído por el diablo podía hacer eso, fue apresado.
La nicotina
es un alcaloide del tabaco y su nombre es en honor a Jean Nicot, diplomático
francés en Lisboa que introdujo la planta en Francia. Es un veneno que se usa como
insecticida. De la gran cantidad de
sustancias que contiene el tabaco, la niotina es la que crea mayor dependencia. Se ha estimado que es capaz de producir más
adicción que la cocaína.
La incitación
al consumo por medio de la publicidad subliminal a través de telenovelas, películas
y el teatro, no solo impulsada por actores reconocidos tomados como modelo por
los espectadores, ha logrado iniciar a muchas personas del mundo en el consumo
del tabaco, punto de partida de un viaje acelerado hacia la muerte
prematura. Mediante esta técnica una
gran cantidad de protagonistas y antagonistas del teatro, las pantallas chica y
gigante han ganado mucho dinero y al mismo tiempo han contribuido a que el
mundo pierda a millones de seres humanos.
Los efectos
nocivos del tabaco son grandes en salud pública, pero algunos tribunales ante
las demandas han establecido que las empresas fabricantes de productos de esta
planta, solo incurren en delito si ocultan los informes sobre los daños producidos
por el consumo de la misma a la salud de los usuarios. En vista de este dato se ha optado por
escribir en la cajetilla del cigarrillo y envases de otros derivados del tabaco
que este producto es perjudicial para la salud.
Sin embargo, en una gran cantidad de países todavía se hace publicidad
para el tabaco.
Hubo un
tiempo en que los jóvenes que no fumaban estaban fuera de la moda y este
argumento fue utilizado por los fumadores para persuadirlos a hacerlo.
En la
actualidad muchos niños y adolescentes son inducidos a fumar por padres,
amigos, vecinos, profesores, líderes religiosos, deportivos y comunitarios. Un dato que apoya esta información es el dado
a conocer por Pamela Hyde, en el año 2013, en representación de la
Administradora de Abusos de Sustancias y Servicios de Salud Mental de los
Estados Unidos de Norteamérica en el que afirma que en un día normal en ese
país 881,684 adolescentes fuman y de éstos 3,701 lo hacen por primera vez.
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