EL AJÍ Y SUS ACCIONES
BENEFICIOSAS PARA LA SALUD.
Dr. Arcenio Estévez Medina.
El pimiento, chile o ají,
pertenece a la familia botánica de las Solanáceas. Es oriundo de América Tropical.
El uso frecuente del ají en la cocina es universal y parece
inseparable de la preparación de los alimentos en algunos países. Es conocido como chile en muchos lugares,
tiene una gran cantidad de empleos, encontramos un uso popular muy frecuente
para subir el número de plaquetas en individuos con trombocitopenia como en los
enfermos con dengue, a pesar de que no se muestran las evidencias científicas
de su utilidad en estos pacientes.
ALGUNAS INVESTIGACIONES MEDICAS SOBRE EL AJÍ.
La
capsaicina es la sustancia activa más importante del ají, se encuentra en mayor
proporción en las variedades picantes y contiene 1.5% de ella. Se ha demostrado una acción analgésica y
antiinflamatoria en este principio activo, teniendo efecto comprobado en el
dolor lumbar, neuropatía diabética y neuralgia del trigémino. Otras dos sustancias identificadas en el ají
son: la capsantina y la capsorrubina.
La
acción analgésica de la capsaicina es debida a que reduce la acumulación de la
sustancia P en las neuronas sensoriales periféricas. La sustancia P es un péptido de 11
aminoácidos y es el mediador primario del dolor en el sistema nervioso
periférico, se ha comprobado que la capsaicina bloquea la transmisión del
impulso doloroso.
Este
principio activo se aplica en crema al 0.075 % en el área dolorosa y también se
consume en cápsulas. Se puede usar de la
misma manera el ají macerado y colocado en el área dolorosa.
Investigaciones publicadas por B. Weniger y L. Robineau, dan constancia
de la efectividad antibiótica del ají contra microbios tan importantes para la
salud humana como la Pseudomona aeruginosa y la Echerichia coli.
Una investigación
realizada por la Universidad de Nottingham del Reino Unido, publicada en el año
2007, demostró que la capsaicina produce la muerte en células cancerosas,
debido a que se adhiere a sus mitocondrias y las destruye, sin causar daño a
las células normales. Esto es debido a
que las mitocondrias de las células malignas es diferente a las de células normales. Quizá en el futuro inmediato podamos disponer
de una terapia efectiva para el manejo de algunos cánceres extraída a partir
del ají y entonces se pondrá muy caro para el uso culinario que le damos hoy en
día. ¡Habrá que pagar el precio!
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