Dr. Arcenio Estévez Medina.
Un alto porcentaje de las personas que dejan
de fumar aumentan de peso muy pronto.
Muchos no se dan cuenta de que esa situación es debida al hecho de haber
dejado de consumir el tabaco, pero un segmento importante de este grupo ha
logrado asociar el incremento de las libras en su cuerpo al abandono del hábito
de fumar. Algunas investigaciones nos
explican la razón de que esto suceda y revisamos a continuación las que hemos
considerado con mayor fuerza científica.
Una estudio del Centro Médico de Kioto en
Japón, publicada por HealthDay News, en agosto del año 2013, mostró que cuando
las personas dejan de fumar aumentan de peso y explicó que la adicción a la
nicotina incrementa el riesgo de subir de peso.
El estudio encontró que mientras más adicción a esta sustancia mayor es
el aumento si se deja de fumar.
La nicotina produce liberación de dopamina y
ésta reduce el apetito. Por esta razón
el doctor Koji Hasegawa, director de la División de Investigación del referido
centro médico japonés y coautor del estudio, afirma que a las personas que
llevan tratamiento para dejar de fumar se les debe manejar con terapia
conductual adicional para ayudarles a prevenir el aumento de peso.
El doctor Norman Edelman, director médico de
la Asociación Americana de los Pulmones, afirma que la nicotina actúa disminuyendo
el apetito y además aumentando el metabolismo del individuo. Dos razones muy importantes para que la
persona no engorde, pues ingresa menor cantidad de nutrientes a su organismo y
los que ingiere son utilizados muy rápido no permitiendo que se almacenen en
forma de grasa. Algunos fumadores llegan
tan lejos, en la defensa de su hábito, que son capaces de asegurar que no dejan
de fumar porque si lo hacen engordan demasiado.
Una manera increíble de justificar su adicción.
El tabaco para masticar
y la juka: otras modalidades del consumo de tabaco.
Con la gran lucha de la Organización Mundial
de la Salud contra el consumo del tabaco, en especial del cigarrillo, muchas
empresas productoras de artículos derivados de esta planta han invertido una gran
cantidad de millones de dólares para convencer, a los fumadores y a los que no
se han iniciado en este vicio tan dañino, de que estas presentaciones
comerciales son menos nocivas que el cigarrillo y el cigarro (el puro).
Dueños
de la industria del tabaco han buscado en países de Oriente, América y otros
lugares del mundo prácticas como el uso de la juka y el tabaco másticado para,
valiéndose de una propaganda subliminal, lograr que los consumidores de tabaco,
aunque cambien la forma, sigan usando productos del mismo y por otro lado,
captar usuarios nuevos. Por eso vemos
que estas presentaciones comerciales se están haciendo tan populares, sobre
todo entre los jóvenes, adolescentes y niños.
En muchas fiestas de los primeros y los segundos ya encontramos entre
las ofertas el uso de juka o tabaco masticado y en las redes sociales vemos de
manera constante la incitación al consumo del llamado tabaco sin humo. Muchos padres usuarios de la juka inician a
sus hijos, invitándoles a incurrir en esta práctica. Algunos no lo hacen, pero los niños los ven y
en poco tiempo están inhalando humo de la manguera de esta máquina creada por
la cultura oriental hace mucho tiempo.
El
alegato que han utilizado como estrategia de publicidad los dueños del negocio
del tabaco para conseguir consumidores es que no hacen tanto daño como el
cigarrillo, el cigarro (el puro) y la pipa.
Sin embargo, una investigación publicada por Reuters Health en Nueva
York, el 12 de agosto del 2013, afirma que el 72 por ciento de los usuarios de
estas formas de tabaco sin humo, también consumen cigarrillo. Lo que aumenta más el riesgo de problemas de
salud y fallecimientos por esta causa.
' �
0 m �N �` es de dólares al año en atención
médica, enfermedades y muertes como consecuencia del daño causado por el humo
de segunda mano.
A pesar de todas las recomendaciones y
campañas contra el tabaquismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha
conseguido reducir de manera significativa que los niños asmáticos reciban el
humo de segunda mano, de acuerdo a un estudio del Centro de Control y
Prevención de Enfermedades de Estados Unidos de Norteamérica (CDC), dirigido
por el doctor Kenneth Quinto, citado en agosto del 2013 por HealthDay News.
No hay comentarios:
Publicar un comentario