Dr. Arcenio Estévez Medina.
El humo de segunda mano es el humo del
tabaco que hay en el aire respirado por una persona, no importa que sea de
huka, cigarrillo, cigarro o pipa. Se
conoce a la persona que respira este humo y no fuma como fumador pasivo o
involuntario. Sin embargo, es un ser
humano que sufre los efectos nocivos de la nicotina y otras sutancias tóxicas
que están en el humo del tabaco. De
acuerdo a una publicación de la Sociedad Americana del Cáncer en el humo del
tabaco hay 7,000 compuestos químicos, de los cuales 250 son tóxicas y de éstas,
69 son capaces de producir cáncer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha
planteado que el humo de segunda mano mata a miles de niños –el 31 por ciento
de las muertes producidas por el tabaco corresponde a niños- y adultos que no
fuman ni van a fumar nunca, pero tienen que pagar con sus vidas la falta de
consciencia de los fumadores. Se calcula
que cerca del 40 por ciento de todos los niños están expuestos al humo ajeno en
el hogar.
La fertilidad se reduce en las personas que
reciben el humo de segunda mano, que también
puede afectar el desarrollo del feto. Por
esa razón las embarazadas no deben fumar ni respirar el humo exhalado por los
fumadores. Al mismo tiempo se calcula
que miles de seres humanos sufren de cáncer de pulmón sin haber fumado nunca.
Estudios realizados en animales de
experimentación han demostrado que los fumadores pasivos y los activos tienen
mayores posibilidades de sufrir de cáncer de mama que las personas que no están
expuestas a estos riesgos.
Es recomendable que los padres fumadores,
por el bien de sus hijos y de las demás personas que comparten con ellos en el
trabajo, la casa o en cualquier otro espacio, dejen de fumar; pero si no es
posible hacerlo, por lo menos que se aseguren de que los carros y los espacios
donde están los demás se encuentren libres de humo.
El humo de segunda mano
en los Estados Unidos de Norteamérica.
En el año 2005 la Agencia de Protección
Ambiental de California informó que la evidencia asociada con el humo de
segunda mano y el cáncer de seno tiene una relación causal. Por tanto, debemos trabajar en la prevención
de esta enfermedad con los fumadores y los que están alrededor de ellos, ya sea
en el espacio laboral, la casa y lugares sociales donde se reúnen las personas.
El Departamento de Salud del Estado de Utah,
Estados Unidos de Norteamérica, publicó que las mujeres que fuman o reciben
humo de segunda mano durante el embarazo pueden tener parto prematuro, niños de
bajo peso al nacer, defunción fetal y síndrome de muerte súbita de sus hijos.
Los niños que respiran humo de segunda mano
tienen más posibilidades de morir por el síndrome de muerte súbita, infecciones
frecuentes, bronquitis y neumonías. Los
que sufren de asma bronquial aumentan las frecuencias de los ataques; pero este
humo, además, aumenta la posibilidad de que un niño sufra de esta enfermedad,
de acuerdo a expresado a HealthDay News por el doctor Len Horovitz, pneumólogo
que trabaja en el Hospital Lenox Hill de Nueva York.
Según la Sociedad Americana del Cáncer el
humo de segunda mano, sólo en los Estados Unidos de Norteamérica, mata más de
45 mil personas cada año. Produce más de
150 mil infecciones de bronquios y pulmones en niños con menos de un año y
medio de vida. También produce más de 3
mil muertes cada año por cáncer de pulmón en adultos no fumadores.
Se estima que en los Estados Unidos de
Norteamérica se gastan más de 10 mil millones de dólares al año en atención
médica, enfermedades y muertes como consecuencia del daño causado por el humo
de segunda mano.
A pesar de todas las recomendaciones y
campañas contra el tabaquismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha
conseguido reducir de manera significativa que los niños asmáticos reciban el
humo de segunda mano, de acuerdo a un estudio del Centro de Control y
Prevención de Enfermedades de Estados Unidos de Norteamérica (CDC), dirigido
por el doctor Kenneth Quinto, citado en agosto del 2013 por HealthDay News.
No hay comentarios:
Publicar un comentario