Dr.
Arcenio Estévez Medina.
Hay una gran cantidad de alimentos y bebidas que
contienen jarabe de maíz alto en fructosa.
Este edulcorante tan dañino está presente en un alto porcentaje de
bebidas gaseosas, sueros tomados, pastas dentales, galletas dulces, productos promovidos
como dietéticos, catchup y compotas.
También se encuentra –de manera oculta- en alimentos que no percibimos
como dulces, bajo la excusa de que es bueno para estabilizar el sabor y la
textura, por eso forma parte de una gran cantidad de sopas instantáneas.
¿Cuál es el riesgo de consumir productos con jarabe de
maíz alto en fructosa?
La revista
Hepatología (Journal of Hepatology, por su nombre en inglés) de los Estados
Unidos de Norteamérica, publicó el 29 de mayo del 2015 que tomar una sola bebida
endulzada al día aumenta el riesgo de daño al hígado. Un alto porcentaje de
bebidas contienen jarabe de maíz alto en fructosa.
De acuerdo a la American Liver Foundation, este
edulcorante, tan usado, promueve la enfermedad de hígado graso no alcohólico,
una patología que afecta al 25 por ciento de los seres humanos.
Una investigación realizada en el Hospital Dr. José de
Jesús Jiménez de la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana,
encontró que la esteatosis hepática no alcohólica estaba presente en el 77 por
ciento de las personas obesas incluidas en el estudio, publicado en enero del
2016.
El daño producido por este peligroso aditivo, como
azúcar que es, no sólo afecta al hígado del consumidor, también conlleva al
aumento de peso corporal, de los niveles de colesterol en sangre, peor control
del azúcar y todo esto incrementa el riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular
y es planteado por el Dra. Miriam Vos, autora principal de la declaración científica
sobre el azúcar de la Asociación Americana del Corazón (AHA), dada a conocer el
22 de agosto del 2016.
El jarabe de maíz alto en fructosa aumenta el ácido
úrico y la presión arterial
El consumo de este producto aumenta los niveles de
ácido úrico minutos después de haberlo ingerido y esto incrementa la presión
arterial porque inhibe el óxido nítrico en los vasos, un potente vasodilatador. Al no haber cantidad suficiente de éste los
vasos sanguíneos no se ensanchan y la resistencia vascular aumenta. Lo que a su vez eleva la presión arterial.
Un estudio publicado por Time Magazine afirma que
consumir 74 gramos de fructosa (contenido en dos latas y media de bebidas
azucaradas) aumenta en más del 77 por ciento el riesgo de presentar elevación
de la presión arterial en 160/100 mmHg en comparación con una persona que no
consuma esta cantidad de fructosa.
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