viernes, 19 de febrero de 2016

GRASA EN EL HÍGADO O ESTEATOSIS HEPÁTICA

GRASA EN EL HÍGADO O ESTEATOSIS HEPÁTICA
                                                   Dr. Arcenio Estévez Medina.  
Un gran número de personas tiene grasa en el hígado o esteatosis hepática como se le conoce en terminología científica a este problema. Parece que esta situación no preocupa a nadie y algunos se atreven a decir que es normal.  Sin embargo, muchos tratadistas del tema afirman que este mal puede estar asociado a hepatitis, trastornos de los lípidos (colesterol y triglicéridos elevados) y hasta a piedras en la vesícula biliar.
La verdad es que la mayoría de las personas que tiene grasa en el hígado no presenta ningún síntoma como consecuencia de esto; pero su presencia nos debe mover a investigar la posibilidad de que el afectado tenga riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular, diabetes y otros males.
Los enfermos y los médicos se enteran de que tienen este problema en una sonografía abdominal hecha de manera rutinaria, pero una vez conocemos esta realidad debemos empezar a investigar las posibles causas para prevenir situaciones difíciles en el futuro.  
La esteatosis hepática de acuerdo a la intensidad de grasa puede ser: leve, moderada y severa.  Otros la clasifican en: esteatosis hepática 1, 2 y 3.
Causas de esteatosis hepática.
La alimentación rica en grasa, el consumo rutinario de la llamada comida rápida, el uso de hidratos de carbono cada vez más refinados, el reemplazo de la sacarosa por jarabe de maíz alto en fructosa por los fabricantes de bebidas gaseosas y otras empresas procesadoras de jugos han facilitado esta situación.   
Por otro lado, la vida sedentaria, propia de la sociedad actual, caracterizada por el transporte masivo, el aumento del uso de la televisión, computadora y teléfonos inteligentes facilitan que haya una mayor acumulación de grasa en los órganos del cuerpo como fuente de energía y el hígado no es la excepción.
Hay mayores posibilidades de que una persona con un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más kilogramos por metro cuadrado tenga esteatosis hepática que otra con una cifra inferior a ésta.  Lo que también se vincula a elevación de los niveles presión arterial, glucemia y lípidos, aumentando, además, el riesgo de infarto agudo al miocardio, accidente cerebro vascular (ACV) e incrementando el nivel de morbilidad y mortalidad.
¿Qué debe usted hacer si tiene grasa en el hígado?
Después de conocer los niveles de lípidos y glucemia debemos iniciar el manejo del cuadro clínico.  No podemos quedarnos tranquilos como si nada hubiera pasado.  Si los lípidos y/o la glucosa están altos en sangre, de inmediato debemos diseñar la dieta correcta y el tratamiento de lugar para prevenir las consecuencias de esto. 
Le elaboramos un plan de actividad física de unos 45 minutos diario para que la persona lo haga todos los días.  Se debe empezar con media hora y se va subiendo tres minutos cada día hasta llegar a la meta.
La dieta se debe calcular en base al peso del individuo y de acuerdo a otros problemas de salud que presente, siempre debe ser personal, no podemos hacer un menú igual para todos los enfermos que tienen este o cualquier otro mal.
Como regla general debemos evitar los alimentos fritos, la comida rápida, el abuso de alimentos de origen animal y en este caso debemos preferir al pescado. 
También es recomendable consumir cereales integrales, evitar los hidratos de carbono refinados, consumir muchas ensaladas frescas, si vamos a usar pollo es mejor si es pechuga a la plancha o al vapor. 
Se aconseja integrar en la dieta a las legumbres y vegetales a vapor (brócoli, coliflor, espárrago, vainitas, molondrones, repollo entre otros).  Estos alimentos son ricos en fibra y el aumento del consumo de ésta puede descender los niveles de colesterol hasta en un 25% y lo mejor de todo es que esta reducción se hace en base a lipoproteína de baja densidad (LDL), también conocida como colesterol malo, sin afectar de manera significativa las cifras de lipoproteína de alta densidad (HDL) o colesterol bueno, de acuerdo al libro Conocimientos Actuales sobre Nutrición, de Bárbara Bowman y Robert Roussell, publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el 2003.   

Del huevo es mejor consumir la clara y no la yema.  También restringir los embutidos y si se van a usar de todas maneras, lo ideal es que se prefieran los elaborados con pavo o pollo. 

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