sábado, 10 de abril de 2021

CARBOHIDRATOS, PROTEINAS Y LIPIDOS ANTES DE EMBARAZO

Mantener una ingesta adecuada de proteínas, lípidos e hidratos de carbono siempre debe constituirse en un objetivo de la pareja y por supuesto, del nutriólogo clínico, el obstetra y cualquier médico que esté vinculado al proceso de la preconcepción para lograr un embarazo saludable. 

Proteína y su relación con la fertilidad

El consumo excesivo de proteínas de origen animal, con reducción proporcional de la vegetal, puede conducir a problemas importantes de la fertilidad. Según una investigación realizada por Liliana González et al., publicada en la revista Nutrición Hospitalaria a través de su número, 35 extra 6, del 2018, demostró que con el simple hecho de consumir el 5% del valor calórico total en base a proteína vegetal, se reduce a más de la mitad la infertilidad por anovulación.

Lípidos y preconcepción

El número de los espermatozoides desciende cuando el hombre tiene en su dieta exceso de grasas saturadas (10 % o más del valor calórico total).  Por otro lado, cuando se ingieren grasas trans por encima de las cifras aceptadas como normales (cuando éstas se encuentran en el 1% o más de las calorías que se consumen en un día), se asocia a resistencia a la insulina y por supuesto, aumenta el riesgo de tener problemas en la ovulación y la calidad de los espermatozoides.

Mientras que se ha planteado que tener una alimentación rica en grasas monoinsaturadas mejora la fertilidad, tanto en el sexo masculino como en el femenino.

Incluir en los farmaconutrientes el omega 3, en el manejo de la mujer con diagnóstico de síndrome de ovario poliquístico, reduce sus niveles de testosterona y mejora el riesgo de padecer infertilidad como consecuencia de la resistencia a la insulina.

En cuanto a los ácidos grasos, si la mujer consume alimentos ricos en omega 3, esto se relaciona con una buena calidad de la forma del embrión.

Los hidratos de carbono y su papel en la fertilidad

Estos nutrientes son imprescindibles para una fertilidad satisfactoria y de buena calidad, tanto en el sexo masculino como en el femenino.  La calidad del semen mejora mucho cuando se consumen alimentos con baja carga glucémica.  Esto, de acuerdo al índice glucémico, que es la rapidez con la que un alimento puede producir incremento del valor de la glucosa. Así, cuando este índice es alto, el riesgo de tener espermatozoides anormales aumenta y viceversa, cuando es bajo disminuye.  Es decir, que el riesgo es directamente proporcional al índice glucémico de los hidratos de carbono contenidos en la dieta de la persona.  Esta variable, cuando es baja, mejora la capacidad de fertilidad respecto a la ovulación porque se reduce el riesgo de resistencia a la insulina, aumentando la sensibilidad a ésta. 

Es importante destacar que solo los hidratos de carbono y los alimentos que los contienen cuentan con índice glucémico.  Por tanto, no debemos investigar este parámetro en los lípidos ni las proteínas.  También se debe tener claro que los alimentos con este indicador elevado incrementan la glucemia. 

El índice glucémico está basado en una escala que va del 1 al 100, siendo la glucosa, como sustancia, el indicador equivalente a 100, es decir el más alto.  Se considera que un alimento tiene un índice glucémico bajo cuando se le reporta un valor entre 0 y 55.  Lo ideal es que los hombres con problemas en la calidad de los espermatozoides, incluyan en sus dietas alimentos de este grupo.  Igual aquéllas personas diabéticas deben consumir, dentro de lo posible alimentos que estén en esta clasificación.

Entre los alimentos más consumidos en nuestra cultura alimentaria tenemos –según cifras suministradas por la organización no gubernamental española, Fundación para la Diabetes, en su Tabla de raciones de hidratos de carbono, - con un  índice glucémico bajo el arroz blanco cocinado, pastas, ajo, cebolla, espinaca, pepino, ají, puerro, rábano, lechuga, apio, berenjena, remolacha, repollo, tomate, berro, brócoli, plátano, zanahoria, manzana, piña, naranja, uva, pera, mango, cereza, ciruela, mandarina, aguacate, frutos secos, crema de maní, legumbres, leche y yogurt y cereales integrales.

Se incluyen en los que tienen un índice glucémico moderado (56 a 69), el arroz integral –contrario a lo que piensan muchas personas-, maíz enlatado, papa hervida, pan pita, melón y pasas.

Por otro lado, están los que tienen un índice glucémico alto (70 a 100) la glucosa, pan blanco, azúcar moreno y blanco, miel, papa frita, cerveza y cerveza sin alcohol, sandía, la mayoría de refrigerios y cereales procesados.

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