Dr.
Arcenio Estévez Medina.
Esta vitamina pertenece al grupo de las liposolubles o
solubles en grasa donde comparte con la A, D y K. Entre éstas es la más importante en los
tejidos de los seres humanos y animales.
Fue descubierta en 1920 y se consideró en ese tiempo como un factor necesario
para prevenir la muerte fetal.
Dentro de sus funciones principales se destaca su gran
capacidad de protección para los ácidos grasos poliinsaturados como el
linoleico, linolénico y el araquidónico.
Tiene una potente acción antioxidante, de ahí su importancia para la
salud de las personas.
La vitamina E reduce la capacidad de las plaquetas
para unirse entre ellas y esto baja las posibilidades de que se formen coágulos
en la sangre, disminuyendo el riesgo de infarto agudo al miocardio, al cerebro y
otros problemas relacionados con el aumento de la coagulación sanguínea. Por otro lado, debemos tener cuidado al
consumirla con medicamentos que alteran la coagulación como la aspirina y
anticoagulantes. Esto sólo se debe
aprobar bajo prescripción médica para evitar consecuencias lamentables. Cabe
destacar la gran cantidad de personas que toman esta combinación de manera
libre y sin control médico. No se
imaginan los riesgos a que se están exponiendo.
Una investigación realizada en Cambridge, demostró que
el uso de la vitamina E redujo en un 47% el riesgo de muerte por ACV y 77% del
riesgo de infarto agudo al miocardio. Se
atribuye eso a que tiene efectos protectores sobre el endotelio y la producción
de óxido nítrico en este órgano. Algunos
estudios han reportado beneficios con el uso de vitamina E en personas con
cáncer de próstata.
Encontramos vitamina E en aceites para cocinar,
nueces, germen de cereales como el trigo, también en la margarina y yema de
huevos.
La deficiencia de esta vitamina es rara en seres
humanos porque la gente cocina con aceite de manera regular. Sin embargo, es
frecuente en animales alimentados con productos elaborados con cereales a los
que se les ha extraído previamente el germen y el contenido de este
micronutriente. Su falta también puede
producir esterilidad, lesiones renales y del aparato genital.
Cuando se alteran los niveles de lipoproteína de baja
densidad (LDL), tienden también a afectarse las cifras de vitamina E porque es
transportada por esta lipoproteína. Por
esa razón es conveniente, si hay problemas con los parámetros de este lípido de
manera simultánea con problemas de la concentración de vitamina E, resolverlos
para que no afecte los valores de la misma.
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