viernes, 8 de junio de 2012


EL BAZO Y SUS FUNCIONES
                                                                  Dr. Arcenio Estévez Medina, M. D., N. D., M.H.
   A pesar de su gran fragilidad el nombre de este órgano no tiene relación alguna con el cristal.  La palabra bazo se empezó a usar en español, según la página de este idioma llamada “el castellano.org”, a partir del siglo X1V para sustituir al vocablo splenos que provenía del latín que a su vez vino del término griego splenikós.  En inglés se quedó para designar al órgano la palabra spleen, que significa mal humor, melancolía y esto debido a que ese sentimiento se asocia con el bazo.   
   El bazo es un órgano que pertenece al sistema linfático y se encuentra por debajo de las últimas costillas del lado izquierdo del abdomen, tiene un peso de un poco menos de media libra y una longitud de aproximadamente 15 centímetros.
Funciones del bazo.
   Se ha dicho muchas veces que el bazo es el cementerio de los glóbulos rojos para explicar que es a él donde van estas células cuando mueren.  Esto es cierto, pero no podemos limitar su gran capacidad funcional a esa simple acción.  De hecho, este órgano, además de servir de necrópolis para estas células –cada cientos veinte días mueren millones de ellas- cuando están viejas o defectuosas, almacena hierro y hemoglobina para ser utilizados en la producción de otras nuevas, dando un insólito ejemplo de reciclaje biológico.  
   También almacena sangre para ser usada en caso de emergencia y se sabe que hace una excelente labor para el sistema defensivo de nuestro cuerpo, tanto en la inmunidad celular como en la humoral, participando en la destrucción de las bacterias al aportar sustancias usadas por los glóbulos blancos con este objetivo para preservar la integridad corporal.  Ayuda, además, a estimular la maduración de los glóbulos rojos, producidos en la médula ósea.
   En la vida intrauterina, el bazo, se encarga de la producción de los glóbulos rojos en el feto.  Esta función es sustituida por la médula ósea después del nacimiento del niño.   
Problemas  que afectan al bazo.
   Hay muchos problemas de salud que pueden afectar al bazo y éstos van desde trastornos del sistema inmunológico (defensa del cuerpo), linfoma, fibrosis quística, enfermedad de Hodgkin, mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso, cirrosis hepática, leucemia hasta hereditarios como la falcemia.  La mayoría de estos trastornos producen un aumento del tamaño del bazo, llamado esplenomegalia.
   A muchas personas con enfermedades del bazo se les extirpa el órgano (esplenectomía) y después de eso pueden llevar una vida normal aunque tienen un mayor riesgo de sufrir infecciones, enfermedades del sistema inmunológico ya que bajan las defensas del cuerpo.   

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