PIEDRAS EN LA VESÍCULA BILIAR.
(ENFERMEDAD LITIÁSICA VESICULAR).
Dr. Arcenio Estévez Medina, M. D., N. D., M. H..
En estos momentos, producto de la
alimentación incorrecta, una gran cantidad de personas está sufriendo de
piedras en la vesícula biliar. Sin
embargo, mientras no hay síntomas a nadie le preocupa esta situación. Es cuando empiezan las molestias que todo el
mundo inicia la búsqueda de la solución del problema.
La vesícula biliar es un órgano
pequeño, en forma de pera, hueco, que está debajo del hígado, mide unos 7
centímetros de largo y 3 en su diámetro mayor, cuya función principal es la de
almacenar alrededor de 35 cc de bilis para vaciarla en el duodeno y utilizarla
en la digestión de la grasa.
La simple presencia de cálculos
en la vesícula no es razón para que haya inflamación vesicular
(colecistitis). De hecho, algunos
individuos tienen colecistitis y no hay evidencias de piedras. Este caso es
raro, pero en personas con fiebre tifoidea y en afectados de enfermedades que
cursan con deficiencia inmunológica se puede presentar. Por estas razones debemos aclarar cuando hay
colecistitis si es por piedras (litiásica) o no (alitiásica). Por ser mas
frecuente nos referimos en este trabajo a la primera.
Esta enfermedad ataca más a los
habitantes de occidente que a los de oriente.
En Estados Unidos de Norteamérica, por ejemplo, afecta alrededor del 20
por ciento de las mujeres y el 9 por ciento de los hombres. La colecistitis litiásica puede presentarse
en niños aunque raras veces y cuando la encontramos en la infancia debemos
pensar, primero que todo, en la posibilidad de una anemia hereditaria llamada esferocitosis, en la cual suele estar
el mal.
Las piedras pueden ser producidas
por colesterol, pigmentos y mixtas. Las
constituidas por pigmentos son una de cada cinco, las mixtas y las de
colesterol representan cuatro de cada cinco casos. Sin embargo, es necesaria la presencia de
calcio y proteína, entre otros componentes para que se formen los
cálculos. Por esta razón es muy
importante llevar una alimentación sin excesos de grasa y minerales para
prevenir la inflamación de la vesícula por piedras.
SIGNOS Y SÍNTOMAS DE LA
ENFERMEDAD.
Antes de aparecer el dolor hay
presencia de gases intestinales, distensión abdominal, eructos y sensación de
llenura después de comer. La persona
afirma que tienen la digestión lenta y los alimentos no le progresan en el
torrente intestinal. También puede haber náusea que a veces lleva al vómito.
Cuando se presenta el dolor, éste
puede ser ubicado por el enfermo en la “boca del estómago” –epigastrio-, debajo
de las últimas costillas, es decir, en la parte superior derecha del abdomen y/o
el hombro del mismo lado. Si el dolor es
intenso, es un cólico biliar y puede ceder entre una y tres horas; pero en
algunos casos dura hasta 24 horas y a veces hay la urgencia de someter al
individuo a cirugía para salvarle la vida.
¿CÓMO SE HACE EL DIAGNÓSTICO?
La colecistitis es una enfermedad
más frecuente en las mujeres, en los obesos y en los habitantes de América del
Norte; pero puede afectar a cualquier persona que abuse del consumo de grasa. Son algunas informaciones importantes a la hora
de sospechar que alguien tiene este trastorno.
Además de los signos y síntomas
mencionados y que hacen sospechar al médico que el individuo tiene piedras en
la vesícula, la radiografía simple de abdomen puede detectar algunos cálculos
en este órgano, sobre todo los formados por suficiente cantidad de calcio. Sin embargo, la sonografía abdominal facilita
detectar un alto porcentaje de los cálculos en la vesícula, permitiendo,
además, medirlos sin dificultad, para fines del tratamiento a utilizar.
MANEJO DE LA ENFERMEDAD
No
todo el que tiene piedras en la vesícula debe ser operado.
La mayoría de las personas con
cálculos de menos de un centímetro no necesitan de cirugía. Los pacientes que tienen piedras y no presentan
síntomas, según afirma el texto del Dr. Harrison, “Principios de Medicina
Interna”, no deben ser sometidos a una intervención quirúrgica a menos que hayan
manifestaciones bastante frecuentes o intensas para interferir con las actividades
generales del enfermo. También, recomienda el prestigioso autor hacer
colecistectomía, si hay una complicación previa, como antecedentes de colecistitis
aguda, pancreatitis, fístula biliar o la presencia de un padecimiento
subyacente que predisponga a complicaciones como vesícula calcificada,
aporcelanada, adenomiomatosis y los pacientes con cálculos de más de dos
centímetros. En caso de que sea necesaria
la cirugía la recomendación actual es realizarla mediante laparoscopía –un
método que extirpa el órgano haciendo tres pequeñas incisiones (heridas) en el
abdomen- porque conlleva a menos riesgos y la recuperación del enfermo es más
rápida.
Tratamiento
no quirúrgico y su efectividad.
El uso del ácido quenodesoxicólico tomado ha logrado la solución del problema
en 4 de cada cinco pacientes con piedras pequeñas en la vesícula biliar. Es mejor combinar este tratamiento con la
decocción de la raíz de artemisa y la infusión de los cogollos de cana. A este preparado se le ponen dos cucharadas
de aceite de oliva extra virgen por taza y se toma dos veces al día por unos
ocho días.
La cirugía es, como en todas las
enfermedades, la última opción y debemos tratar de lograr la expulsión de las
piedras a través de tratamiento.
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