domingo, 10 de junio de 2012


TRIGLICERIDOS ALTOS E INFARTO AL CORAZÓN
                                                        Dr. Arcenio Estévez Medina, M. D., N. D., M. H.
Durante décadas se ha estado planteando que la elevación del colesterol LDL, conocido como colesterol malo, es la causa de una gran cantidad de infartos al corazón.  La mayoría de los médicos que estamos en ejercicio hemos luchado con los pacientes para que mantengan bajos los niveles de esta sustancia en la sangre, pero esto ha demostrado en muchos casos no servir para nada.
Tampoco tiene gran importancia el valor de colesterol total en la prevención de los infartos al miocardio.  Los riesgos, respecto a las grasas en sangre, los establece la división del resultado de los triglicéridos entre los del colesterol HDL –llamado colesterol bueno-.  Si esta simple operación matemática da más de 4, la persona tiene más posibilidades de sufrir un infarto agudo al miocardio que la que lo tiene por debajo de este número.  Mientras más alto mayor es el riesgo.
Estudios publicados por el doctor Barry Sears y otras investigaciones de la escuela de medicina de la Universidad de Harvard establecen que un nivel alto de triglicéridos y bajo de lipoproteína de alta densidad (HDL) aumentan el riesgo de que el individuo sufra de ataque al corazón.
Estos cambios tomaron fuerza a partir de los estudios hechos en los Estados Unidos de Norteamérica a los cadáveres de personas que fallecieron por esta causa y se estableció que murieron de infarto agudo al miocardio aunque tenían cifras normales de los colesteroles en análisis realizados poco tiempo antes de morir.  Un ejemplo contundente de este caso es el del pelotero de Grandes Ligas, Darryl Kile, un excelente picher de los Cardenales de San Luis, de apenas 33 años, que murió en el año 2002, a pesar de que había lanzado un formidable juego tres días antes y de que le habían hecho exámenes médicos y no haberle encontrado ningún problema importante de salud.  La autopsia determinó que tenía el 90 por ciento de sus arterias coronarias tapadas por grasa.  El único trastorno que se le conocía  eran ataques de alergia, nunca había estado en la lista de incapacitados de su equipo y el único antecedente importante que había en su historia familiar era que su padre había muerto de un ataque al corazón a los 44 años. 
De hecho, en Estados Unidos mueren más de 3 mil personas cada día como consecuencia de esta enfermedad y es un país donde se gasta mucho dinero en prevención y se ofrecen de manera gratuita los medicamentos para prevenir esta causa de fallecimiento.  Además de todo lo que hace el Estado la gente también lleva dietas y desarrolla programas de ejercicios físicos.  Lo que sucede es que las dietas y los ejercicios deben ser ajustados a las condiciones y las necesidades de cada individuo.   El tipo de ejercicio debe determinarlo un médico no un entrenador de un gimnasio.
Lo más importante es que usted conozca las cifras de las diferentes grasas en su sangre (perfil lipídico), que son análisis que se hacen en cualquier laboratorio clínico y si tiene altos los triglicéridos y bajo el HDL y al hacer la división triglicéridos/H
DL, el resultado es mayor de 4, entonces debe empezar a bajar de cualquier manera estas cifras hasta llevarlas a normal.  Le establecemos un régimen dietético y un programa de ejercicio y medicamentos para bajarlos. 
Usted no puede esperar a sufrir de un infarto al corazón para empezar a preocuparse por descender los niveles de estas sustancias en su sangre.  Lo correcto es hacerlo antes para tener una vida más larga y con buena calidad.
En nuestra próxima entrega espere las informaciones sobre otros factores de riesgo de sufrir infarto.


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