viernes, 8 de junio de 2012


                                  VACUNA CONTRA LOS INFARTOS
                                                       Dr. Arcenio Estévez Medina, M. D., N. D., M.H.
   Con el paso del tiempo hemos ido descubriendo, a un precio muy caro, la importancia de la prevención en la enfermedad cardiovascular.  Sin embargo, muchos seres humanos siguen muriendo por esta causa, otros pasan a extender la lista de discapacitados.  En ese largo camino se ha descubierto el papel que juegan en la producción de este mal los alimentos de origen animal, las grasas trans, la falta de ejercicios físicos y el consumo de alimentos de origen vegetal, por su gran aporte de fibra.
   En estos momentos la comunidad científica está muy ocupada en los estudios sobre una vacuna para la prevención de estos trastornos y empezamos a recibir los informes de los reportes.  Investigaciones realizadas en Suecia y Estados Unidos de Norteamérica, publicadas en la primera semana de abril del año 2012 por la BBC de Londres, presentaron trabajos sobre este tipo de profilaxis en el Imperial College de Londres en una conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología, donde expusieron acerca del fármaco y su gran acción inmunológica contra la grasa que se deposita en la capa interna de las arterias y que se forma principalmente por la acumulación en ella del llamado colesterol malo (LDL).
    Se espera que la aplicación masiva de esta vacuna, estudiada tanto en inyección como en spray nasal, disminuya, de manera sustancial, la mortalidad mundial porque las enfermedades cardiovasculares son en este momento la causa principal de muerte en la humanidad.
   Aunque actualmente se está trabajando con esta vacuna en decenas de centros de salud de Estados Unidos de Norteamérica y Canadá la alimentación no deja de ser un elemento que se debe tomar muy en cuenta en la prevención de la enfermedad cardiovascular, donde el principal problema es el depósito de grasa conocido como ateroesclerosis, que produce estrechez del diámetro de los vasos con riesgo de obstruirlos y causar la muerte del tejido nutrido por ellos.  Es a esto a lo que se llama infarto, tanto del corazón, cerebro como de cualquier órgano.
   El uso de esta vacuna no garantiza ciento por ciento la prevención de todos los casos de infartos, pero reduce de manera significativa el segmento poblacional que puede ser impactado por este grave problema de salud.
   Debido al alto costo de este medicamento, como es de esperarse, va a ser muy caro cuando se realice la introducción del mismo en el mercado, llegará a un número muy limitado de personas; pero luego se logrará que los seguros de salud asuman el precio en los usuarios de mayores riesgos y con su inclusión en la lista de los medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud, el producto bajará de manera muy considerable.  Mientras eso sucede no deje de tomar en cuenta la importancia de los ejercicios físicos y la alimentación en la prevención de esta enfermedad.
 Por lo largo del proceso para la entrada al mercado de esta vacuna, todavía se seguirán utilizando por varios años las controversiales estatinas y el omega tres para reducir el riesgo de ateroesclerosis y sus terribles consecuencias.    

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